Estar sentado durante largos periodos puede provocar rigidez y dolor muscular, especialmente en la espalda, cuello y hombros. Además, puede contribuir al desarrollo de problemas de postura y al deterioro de la salud de la columna vertebral. Pero ¿cuáles son los efectos más graves de pasar sentados gran parte del día? Para empezar, el aumento de padecimientos crónicos como la obesidad, de la que derivan otros, como la diabetes tipo 2 o las enfermedades cardiovasculares y, en el peor de los casos, una muerte prematura.

La falta de movimiento afecta negativamente la capacidad del cuerpo para regular el azúcar en la sangre, metabolizar la grasa y mantener un sistema cardiovascular saludable; también puede afectar negativamente la función cognitiva, incluyendo la concentración, la memoria y la capacidad de atención. Esto se debe en parte a una disminución en el flujo sanguíneo al cerebro. Esto puede interferir con la liberación de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, que desempeñan un papel crucial en la regulación del estado de ánimo.

La forma más eficaz de contrarrestar estos efectos es realizar actividad física de manera regular, ya sea moderada (caminar o subir escaleras) o vigorosa (correr, nadar o andar en bicicleta). Levantarse de la silla para hacer algún tipo de ejercicio, o incluso para caminar mientras se hace alguna llamada telefónica o se realiza alguna tarea, podría traducirse en una disminución de la circunferencia de la cintura, o una disminución en la hemoglobina glucosilada (que mide los azúcares en la sangre), de acuerdo con una investigación de la University College London, a partir de seis estudios realizados con autores de Australia, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Noruega, España, Países Bajos, Reino Unido y Estados Unidos.

Asimismo, es útil asegurarse de que el entorno de trabajo o de descanso esté configurado ergonómicamente para reducir la tensión muscular y mejorar la postura. Ajustar la altura del escritorio y la silla, utilizar un cojín lumbar y mantener una postura neutra del cuerpo pueden ayudar a prevenir lesiones y molestias.

Con pequeños cambios en el estilo de vida como estos, es posible contrarrestar estos efectos y promover una vida más saludable y activa.