Wellness
Año nuevo, propósitos realistas
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Fotografía cortesía de ⓒKroshka Nastya.
El inicio de un nuevo año siempre trae consigo una sensación de renovación y la oportunidad de mejorar en diferentes aspectos de nuestras vidas.

Con el cambio de año, un gran porcentaje de la población se plantea nuevos propósitos para mejorar su salud, balancear su alimentación o mejorar su calidad de vida. Desafortunadamente, muy pocos mantienen la constancia necesaria para lograrlo. La mayoría de las veces, esto sucede por fijar objetivos ambiciosos y poco realistas que, con el paso del tiempo, se desvanecen en medio de la rutina diaria. En lugar de repetir ese ciclo, ¿por qué no adoptar un enfoque más realista este año?

Define metas alcanzables
La manera más fácil de cumplir con todas las metas es definirlas de una manera clara y establecer los pasos específicos que debes cumplir. Mientras más chicos y concretos sean, mejor. En lugar de buscar “ponerte en forma” o “bajar de peso”, podrías decidir ir al gimnasio dos veces por semana. Establecer objetivos alcanzables permite medir el progreso de manera más efectiva.

Los propósitos realistas son más sostenibles a lo largo del tiempo porque tienen mayor probabilidades de éxito, además de que evitan la presión y el agotamiento asociados con expectativas demasiado altas.

Enfócate en el proceso
Muchas veces la obsesión por los resultados nos hace perder de vista el proceso necesario para alcanzar esas metas. Si el objetivo de este año es aprender un nuevo idioma, conviene disfrutar el proceso de aprender nuevas palabras y expresiones en lugar de pretender alcanzar la fluidez total de inmediato.

Sé realista con el tiempo
El tiempo es un recurso valioso, y a menudo subestimamos cuánto tiempo se necesita para lograr cambios significativos. En cualquier plan es indispensable establecer plazos realistas y comprender que el progreso lleva tiempo. De nuevo, hay que disfrutar el proceso y considerar el tiempo que toma cada paso hasta alcanzar nuestras metas. Estar atento al progreso gradual es ideal para mantener la motivación y evitar la frustración.

Cultiva hábitos
Los hábitos sostenibles son la base del cambio duradero. En lugar de buscar resultados rápidos, lo mejor es establecer hábitos positivos. Si el objetivo es llevar una vida más saludable, el esfuerzo debe enfocarse en incorporar hábitos como comer más frutas y verduras en lugar de seguir dietas extremas a corto plazo.

Celebra cada logro
Reconocer y apreciar cada éxito, por pequeño que sea, nos motiva a seguir adelante. Establecer objetivos intermedios y celebrarlos puede ayudar a mantenernos enfocados y positivos durante todo el proceso.

Definir metas específicas no solo sirve para cumplirlas en menos tiempo, sino que además puede ayudar a prevenir la presión o el agotamiento asociado con expectativas poco realistas. A la vez, con objetivos concretos la probabilidad de éxito aumenta, generando confianza y motivación para enfrentar desafíos más ambiciosos en el futuro.

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Fotografía cortesía de ⓒFreepik

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