Entre los elementos que componen una buena salud se encuentran una alimentación adecuada, la actividad física y un descanso de calidad. Las prisas de la vida moderna, sobre todo la urbana, nos obligan a buscar estrategias para cuidar estos tres aspectos y conservar nuestra salud. Algunos estudios demuestran que, mientras dormimos, el cerebro repara terminaciones sinápticas, la memoria se consolida y el cuerpo elimina moléculas nocivas.
Para dormir bien, es importante considerar distintos factores que suelen afectar nuestra calidad de sueño, como la rutina, el ambiente en el que dormimos, el nivel de actividad física que tenemos y nuestro estado emocional. Sin embargo, incluso sólo con algunos pocos cambios en nuestra alimentación podemos fomentar un sueño reparador. A continuación, te presentamos algunas opciones para conseguirlo.
1. Plátano con mantequilla de cacahuate
El plátano es una excelente fuente de magnesio, un mineral esencial que puede ayudar en la producción de melatonina, un neurotransmisor que regula nuestro ciclo de sueño-vigilia. A su vez, la mantequilla de cacahuate contiene grasas saludables que ayudan a mantener estables los niveles de azúcar en la sangre durante la noche, lo que puede prevenir los despertares nocturnos.
2. Zanahorias
Esta verdura versátil, ingrediente importante en sopas, ensaladas y postres, también puede ayudar a dormir bien. Algunas investigaciones analizan el efecto favorecedor en el sueño de fitoquímicos como el betacaroteno, presentes en papas y zanahorias. Sin importar su presentación –entera, en trozos o bastones–, sólo debes lavarla y desinfectarla perfectamente.
3. Miel
Un ingrediente muy usado como endulzante natural que puede ser combinado (sólo una cucharada) con un vaso de leche o con alguna infusión antes de dormir. Además de glucosa, la miel contiene antioxidantes y propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a aliviar el estrés y la ansiedad, lo que contribuye a una mejor calidad del sueño.
4. Té de manzanilla
La manzanilla, recomendada desde hace siglos, contiene ingredientes que pueden ayudar en el manejo del estrés y la ansiedad. Una taza de té de manzanilla caliente antes de acostarte es suficiente para el descanso, pues aumenta y luego disminuye la temperatura corporal, lo cual propicia el sueño.
5. Ensalada de espinaca, quinoa, aguacate y pepitas
Al comienzo de la cena, una ensalada como esta te ayudará a lograr el descanso nocturno, porque sus ingredientes contienen magnesio. Las semillas de girasol o las almendras pueden ser un buen sustituto de las pepitas de calabaza.
Hay muchos otros alimentos que pueden ser beneficiosos para mejorar la calidad del sueño, y la mayoría de ellos son fáciles de encontrar y de preparar. Entre estos alimentos se incluyen frutas, verduras, granos integrales, frutos secos y semillas que, además de ser opciones saludables y deliciosas, pueden ser incorporadas en cualquier dieta y en cualquier momento del día.