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La COP 27 trabaja
para hacer frente a la emergencia climática
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Fotografía cortesía de ⓒPie de Página.
Desde el domingo 6 y hasta el viernes 18 de noviembre se mantendrán los trabajos de la COP27, con más de 120 líderes mundiales.

La 27ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27) se celebra este año en Egipto, en la ciudad costera de Sharm el-Sheikh. Con base en los resultados de la COP26, se planean adoptar medidas como la reducción urgente de las emisiones de gases de efecto invernadero, el fortalecimiento de la resiliencia y la adaptación a las consecuencias inevitables del cambio climático, hasta el cumplimiento de los compromisos de financiación de la acción climática en los países en vías de desarrollo.

El presidente de la COP27 y ministro de Relaciones Exteriores de Egipto, Sameh Shoukry, afirmó que, “en aras de una aplicación eficaz de las promesas y los compromisos, necesitamos una participación más eficaz y amplia de todas las partes relevantes de los actores no estatales cuyo papel es igual de importante que el de los Estados, es decir, el sector privado”. También afirmó que las conversaciones de este año se centrarán por primera vez en cómo los países ricos deberían compensar a los países del Sur Global por la catástrofe climática que se está desarrollando.

En la Conferencia participarán más de 120 líderes mundiales, pero destaca la ausencia de los representantes de China, India y Rusia. También se ha cuestionado el patrocinio de Coca-Cola, una de las empresas más contaminantes del mundo.

Algunos de los temas principales de la COP27 son la adaptación, que consiste en realizar ajustes en los sistemas, procesos y prácticas ecológicas, sociales y económicas para adaptarse tanto a los efectos reales del cambio climático como a los posibles daños futuros; la mitigación, que se refiere a todas las acciones o esfuerzos realizados para reducir los niveles de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera para evitar un mayor calentamiento global; la financiación del clima, para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero mediante el financiamiento de energías renovables como la eólica o la solar, y las pérdidas y los daños asociados al cambio climático, que son los fenómenos extremos y de aparición lenta en los países en desarrollo que son especialmente vulnerables a los efectos adversos del cambio climático.

Aunque México no ha actualizado las nuevas metas de mitigación y adaptación al cambio climático, e incluso en las ediciones pasadas los compromisos que asumió estuvieron por debajo de los años anteriores, el director ejecutivo de la Iniciativa Climática de México, Adrián Fernández, dijo que nuestro país tiene la oportunidad de “corregir el rumbo” y dejar de utilizar energías fósiles rumbo al 2030.

Fuente: Naciones Unidas

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