Gastronomía
Ometusco
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Fotografía cortesía de ⓒFood & Pleasure.
No ha cumplido seis meses y es, con razón, uno de los restaurantes con una de las propuestas culinarias más sólidas —todo se antoja y todo cumple cabalmente al llegar a la mesa— y por lo mismo mejor recibidas, entre el público de la Ciudad de México.

El restaurante Ometusco abrió sus puertas en octubre de 2021, en el mismo local en el que durante muchos años estuvo Lampuga, que no sobrevivió a la pandemia.

Ometusco demostró en apenas unos días ser un digno recién llegado, que expresa una nueva forma de entender la restaurantería tras el Covid: autenticidad, dinamismo y equilibrio. En corto, comer rico, pasarla bien y pagar lo justo. Desde la remodelación del espacio, que ha dado un aire contemporáneo y sofisticado pero sin excesos ni pretensiones, se nota interés y seriedad. El profesionalismo y entusiasmo del personal de sala estimula al visitante desde su llegada y, finalmente, la joya de la corona: los alimentos. Desde la carta se percibe el claro enfoque en complacer al comensal. Suficientemente diversa y nítida la oferta de alimentos, uno duda en qué elegir o por dónde empezar, porque todo se antoja. La redacción de los platos es franca y precisa, permite imaginarlos y sugiere pedirlos. Y al llegar el emplatado, acentúa el deseo.

Desde la carta se percibe el claro enfoque en complacer al comensal. Suficientemente diversa y nítida la oferta de alimentos, uno duda en qué elegir o por dónde empezar, porque todo se antoja.

El experimentado chef Víctor Zárate ha dado en el blanco, desde la selección de ingredientes y proveedores, locales y sustentables, hasta el diseño del menú y la ejecución de sus contenidos: no hay platillos de relleno en la carta, cada uno parece estar pensado para integrar un todo de manera exacta y completa. Tras la primera visita uno quiere volver para probar lo que faltó, y tras la segunda, lo mismo. En la tercera se confirma la consistencia y el acierto de este restaurante que es un manifiesto de sensatez gastronómica y sabor. Sí, es cocina mexicana, y contemporánea, centrada en el sabor. Sin ornato, con sentido, sin exageraciones: concreta y deliciosa. Difícil e injusto destacar un plato sobre otros, pero en la primera visita es conveniente probar las alcachofas a las brasas, el tiradito de atún, el aguachile o los taquitos de barbacoa de pato.

Restaurante Ometusco
Chef Víctor Zárate

Calle Ometusco 1, Hipódromo Condesa, Cuauhtémoc, CDMX
55 8026 7780

Horarios
Desayuno: Todos los días 08:30–12:00
Almuerzo: Todos los días 12:00–18:00
Cena: Lun–Mie 18:00–22:00, Jue–Sáb 18:00–23:00

Imagen Gastronomía
Fotografía cortesía de ⓒGusto Buen Vivir.
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