Un secreto en la Roma
Después de estudiar gastronomía y trabajar en la Ciudad de México por algún tiempo, el chef Joaquín Cardoso viajó a Francia para continuar su formación. Estudió en el Instituto Paul Bocuse, trabajó con cocineros de la talla de Jean-Francois Piege e Iñaki Aizpitarte, y pasó por las cocinas de Place Athénée, de Alain Ducasse, Noma, de René Redzepi y Relae de Christian Puglisi.
Regresó a México —dónde pocos lo conocían— justo cuando ya tenía reconocimiento en Francia. Sin embargo no aterrizó en cualquier lugar: llegó a hacerse cargo de la cocina de Pujol, de Enrique Olvera, y después de unos años comenzó un largo y fructífero itinerario de colaboraciones que continúa hasta la fecha, diseñando y operando diversas propuestas de restaurantes, todas innovadoras, en diferentes partes del país, desde Monterrey hasta Mérida. Cardoso estuvo también a cargo de la cocina del Hotel Carlota, en un céntrico barrio de la Ciudad de México, en donde comenzó a dejar claro, con una singular propuesta, que era y es uno de los principales exponentes de la cocina contemporánea en México.
Apasionado del vino, inauguró un pequeño lugar —un “bar de vinos”— en la colonia Roma: Loup Bar, en el que todo gira alrededor de esta bebida y en donde integra en el menú lo que parecerían conceptos difíciles de armonizar, pero que de cierta forma expresan su filosofía culinaria: libertad y rigor, sencillez y sofisticación, audacia y sensatez… platillos que son a la vez saludables y golosos, y todo pensado en maridar con vino, el tema central de Loup Bar. Se trata de un pequeño espacio, quizá ligeramente escondido y que encierra uno de los secretos mejor guardados de la oferta gastronómica de la capital. Todos los ingredientes son de producción artesanal, bajo estrictos protocolos de respeto al medio ambiente, tanto en el vino, como en los alimentos.
Loup Bar
Tonalá 23, colonia Roma
Ciudad de México
55 5299 6931
www.loupbar.mx