Una nueva realidad
Si el cambio climático sigue como hasta ahora, algunas zonas vinícolas dejarán de existir y los vinos emblemáticos del viejo mundo desaparecerán. Suena como una premisa fuerte, pero es real. El mundo del vino también está en peligro por el cambio climático.
Uno de los casos más alarmantes es el de Francia, principalmente en sus zonas vinícolas situadas al norte, como Champagne, región ubicada al nordeste, donde se producen los vinos espumosos más famosos del mundo.
Hace 50 años, la temperatura de la zona era de 14 grados promedio; ahora es mayor, lo que genera que las vides busquen adaptarse y generen características de tanino, dulzor y acidez distintas en sus frutos, haciendo que lo que distingue al champagne cambie.
De hecho, se estima que, de seguir aumentando la temperatura del planeta, en un par de años Inglaterra podría volverse el lugar idóneo para hacer champagne.
La razón es simple. Una parte del sur de Inglaterra tiene el mismo estrato geológico de arcilla que los suelos de Champagne, y ahora empieza a presentar el mismo clima que distinguía a la famosa región gala 50 años atrás.
Marck Driver, propietario de la bodega Rathfinny en Alfriston, cuenta que las vides comenzaron a plantarse nuevamente en los 50, los 60 y los 70; pero ahora, con el cambio climático, cada vez se ven más viñedos en Inglaterra. Incluso, marcas como Taittinger y la misma Corona Inglesa han comenzado a invertir en las zonas vinícolas de Inglaterra, mismas que habían quedado fuera del radar de los amantes del vino hasta ahora.
De continuar el deshielo en el planeta y las temperaturas cambiando, las próximas burbujas que se beban para celebrar serán al estilo inglés.